viernes, 8 de mayo de 2009

Ojitos de Almendra

Mírame con esos ojitos de almendra,

pon a caminar a tus pies de empanada,

contagia tu risa, gaviota risueña.


Huele mi olor con tu nariz de koala,

abre tus orejas de elfa saltarina,

abrázame con esos brazos rollizos,

estira tu cuello de tortuga marina,

gira sobre tu barriguita de ardilla,

dibújame con tu boquita de punto

una ingenua sonrisa de sopaipilla, 

capaz de iluminar a todo el mundo


Déjame quererte, ángel de mi alma,

duérmete en el silencio de cada noche,

sueña con los angelitos de la guarda.

No crezcas más,  hija mía... ¡qué derroche! 

y sigue creyendo en los cuentos de hadas.

2 comentarios:

Yohana dijo...

Mi sol, es realmente muy hermosa la descripción de nuestra sinigual hija... pero de todos modos, nos quedamos cortos en describir a Amanda...

Ya que ella es lo más especial que nos ha ocurrido en la vida...

Yohana dijo...

No se si las ganas de llorar son porque la amo tanto tanto, o bien Pablo es un gran poeta...
Sólo se que Amanda es así un ángel simplemente. Los quiero a los tres, besos.

lisbeth Cartes