lunes, 30 de enero de 2012

SALVATOR MUNDI



Vadol Chiquitín te bautizó tu hermana.
Salvador José, te bautizó el padre Pepe.
Salvador del Mundo, tu tío Germán,
después serías Chacope Chaculala.


Llegaste como un maestro
silente, humilde, sabio
y valiente nos mostraste
de la vida lo importante
cuando las temibles bronquitis,
el doctor Puppo y sus masajes
con tu temple superaste.

Caracoles te coronan,
como rizos de laurel,
la frente que habita
la fuente de tu mente.

Con esa sonrisa imborrable,
y tus ojos grises, pardos y alegres,
contemplas la vida pasar,
sereno, imperturbable.

Tu audacia supera a tu prudencia
colmando de tu madre la paciencia,
pues tu caminar no tiene freno,
ni el suelo guarda clemencia.

Crecerás como un roble,
madurarás en alma y cuerpo
ante lo mundano y lo divino
aprenderás de villano y noble
y cuando menos lo esperes,
serás un hombre, hijo mío.

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